miércoles, 22 de octubre de 2025

Como si sanar fuera cosa de papeles...

 

Como si sanar fuera cosa de papeles...

Como si el alma también firmara el fin de su tormenta.

Dicen que mejoré, y quizá tienen razón: 

ya no tiembla tanto la voz, 

ya no duele tanto el cuerpo.


Pero dentro… dentro hay un temblor que no se ve.

Camino despacio,
por fuera entera,
por dentro hecha añicos.
No se nota,
porque aprendí a sostenerme
con los trozos.

Hoy me he vestido
con una calma prestada,
y he salido al mundo
como quien finge que recuerda el camino.

Pero la tristeza —esa vieja amiga—
me sigue de cerca,
me susurra que no corra,
que aún hay heridas
que no se curan de día.

Y yo la escucho,
sin miedo.
Porque sé que también ella
tiene algo que enseñarme:

a no rendirme,
a seguir respirando,
aunque el aire pese más
que el corazón.

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