viernes, 28 de marzo de 2025

🌙 Instinto de protección

A veces el alma no grita,

no rompe,
no pide.
Sólo se encoge,
como quien se acurruca cuando hace frío
y espera…
que pase.

No es rendición,
no es debilidad,
es ese lenguaje silencioso
que sólo entiende quien alguna vez
tuvo que abrazarse a sí misma
en medio de la tormenta.

El alma también se protege
cuando el mundo duele,
cuando el ruido cansa,
cuando la alegría parece estar
en otra parte.

Y está bien.
No siempre hay que brillar,
ni estar presente,
ni sonreír con fuerza.

A veces simplemente
hay que recogerse un poco,
volver al centro,
guardarse con cuidado,
como una flor
antes de volver a abrir.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Como si sanar fuera cosa de papeles...

  Como si sanar fuera cosa de papeles... Como si el alma también firmara el fin de su tormenta. Dicen que mejoré, y quizá tienen razón:  ya...