He procurado guardar un poco de aquella inocencia, esa que de niña me hizo ver un mundo lleno de magia y amor.
Ahora, cuando la vida me ha cobrado años, busco en mi interior, encuentro aquella pequeña en un rinconcito de mi corazón.
Retomo entonces la magia y veo que el mundo no ha cambiado, somos nosotros los que hemos cambiado,somos nosotros, los que nos olvidamos de aquel detalle, esa dulce inocencia que nos hace ser y sentirnos libres, dueños de nuestras vidas, dueños del mundo …
sin miedos, sin predisposición, sin egoísmo, sin rencor, sin competencia..
Somos nosotros, en realidad esos egoístas, llenos de rencores, de competencias, de hipocresías,
dueños de nuestros males, dueños de esta vida que pasa a nuestro alcance sin darnos cuenta
y en el que no valoramos el pequeño detalle,el verdadero sentimiento…
eso que nos hace ser nosotros mismos….
Esas personas que nos hacen sentir grandes con una simple sonrisa, sincera e ingenua
Esas pequeñas cosas que nos hacen sentirnos felices y que no le damos el valor suficiente.
Y sí, nos daremos cuenta de todas esas cosas que nos hacen llenar nuestras vidas,
Pero cuando sea tarde, cuando las hayamos perdido….
Es entonces cuando no cambiaremos nosotros,
Habrá cambiado el mundo …
pero ya será demasiado tarde …
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