Quédate con quien te encuentre después de haber naufragado
y no se empeñe en obligarte a nadar de nuevo,
que sea alguien que se acerque despacio como la marea,
que deshaga todas las piedras
y que, cuando menos lo esperes te haya mojado el corazón y la vida
y te haya quitado,
así como si nada,
todo tu miedo al agua.
@palabradeleticia
No hay comentarios:
Publicar un comentario